Por Dolores Contreras
Consejera de la junta de carrera de Cs de la comunicación por la mayoría estudiantil – En Clave ROJA
Las aberrantes declaraciones de Susana Giménez, reclamando la pena de muerte, a raíz del asesinato de un colaborador de su programa televisivo, fueron repetidas hasta el hartazgo en los grandes medios de comunicación, imponiendo una “discusión nacional” sobre la inseguridad. A éstas, se le sumaron las de Tinelli, Cacho Castaña (el mismo que canta “si te agarro con otro te mato”) y Luís Alberto Spinetta, todas declaraciones de corte fascista reclamando desde leyes más duras hasta “regalar el paco para que se maten solos los delincuentes”, haciendo gala de un elitismo y racismo repugnante.
Es notable la operación mediática montada, copando las primeras planas, horas de TV y de radio con noticias policiales, coronada con las declaraciones de los famosos, portavoces de “la gente común” y la transmisión del funeral de un policía, convertido en una verdadera tribuna política desde donde se reclaman “más chalecos antibalas y presupuesto para la policía”. Este bombardeo mediático intenta imponer una suerte de “sensación térmica” de la inseguridad, marcándole la cancha al gobierno nacional e instalando una agenda de discusión a fuerza de encuestas tendenciosas y proponiendo “soluciones” que sólo apuntan a criminalizar a la juventud y la pobreza, reforzando el aparato represivo que sufren día a día los millones habitantes de los barrios populares.
Los grandes medios hacen de estas declaraciones una “causa nacional”, ocultando que la crisis económica avanza, que se profundizan los despidos y suspensiones en las fábricas, que esta crisis redundará en millones y millones de pobres y personas arrojadas a la miseria, haciéndoles pagar los costos de una crisis causada por los capitalistas, generando una descomposición social que sólo podrá ser frenada por una salida propia de los trabajadores y el pueblo pobre. Sólo haciendo pagar la crisis a quienes la generaron, repartiendo las horas de trabajo entre las manos disponibles, acabando con la precariedad laboral se podrá enfrentar seriamente a este “crimen social” que es la crisis económica.
Los “flamantes” popes de la inseguridad no tardaron en hacer circular una convocatoria “autoconvocada” a una movilización a Plaza de Mayo para este 18/03. Llaman a movilizarse pidiendo más policías el mismo día en que se cumple un nuevo mes de la desaparición de Julio López a manos de los resabios de la dictadura en las fuerzas armadas y a sólo una semana de que se cumplan 33 años del golpe genocida en el cual, la “pena de muerte de hecho” se cobró la vida de 30.000 obreros, estudiantes y luchadores populares.
El endurecimiento de las penas, las “mejoras” en la policía, sólo beneficiará a quienes pretenden reprimir a los trabajadores. Todas estas medidas, junto a la militarización de los barrios, preparan las condiciones para que el aparato represivo actúe con toda su virulencia contra las huelgas obreras y contra la juventud que se quiera rebelar contra sus condiciones de vida, porque ningún pibe nace chorro.
Frente a esto, el gobierno nacional sólo se limita a decir que “un crimen repetido 380 veces, parecen 380 crímenes”, según palabras de la presidenta repetidas por Aníbal Fernández, ocultando que fue este mismo gobierno quien aprobó las leyes Blumberg y que Scioli es quien encabeza la campaña por la baja de la edad de imputabilidad.
El Observatorio de Medios, que acríticamente integró el director de nuestra carrera, Alejandro Kaufman, ya nada tiene para decir sobre esto. El análisis de las declaraciones racistas se limita a cuando son directamente contra el gobierno y no cuando quieren demonizar a los trabajadores y el pueblo pobre. Una muestra más de que no se quiere avanzar en una crítica profunda al sistema de medios del país, y mucho menos a “democratizarlo” ya que la democratización de Cristina es la democracia de las telefónicas en el fabuloso negocio del Triple Play.
Lamentablemente, sectores de la izquierda mantienen posiciones ambiguas frente al problema de la inseguridad; tal es el caso del MST que pretende sindicalizar a los policías, que se organicen para reclamar “lo que les corresponde”, es decir más balas y patrulleros para continuar militarizando los barrios populares o poblando las cárceles de jóvenes y pobres mientras los grandes delincuentes siguen haciendo negocios a costa nuestra. O el caso de los compañeros del PO que en los últimos meses, en ocasión de una “huelga policial” plantearon la necesidad de un salario acorde a la canasta básica para los policías, equiparando la “lucha” de estos asesinos a la de miles de trabajadores que salen a pelear por sus derechos y son victimas de las represión y hostigamiento policial cada vez que se enfrentan a la patronal y el Estado.
Frente a esta campaña reaccionaria, debemos movilizarnos masivamente el próximo 24 de marzo para llenar las calles y enfrentar el plan del gobierno nacional para que seamos los trabajadores y el pueblo pobre quienes paguen la crisis y a la oposición patronal que, montada en esta campaña, busca “cambiar la agenda” desviando la discusión de cómo la crisis se esta cobrando miles de puestos de trabajo y saqueando el bolsillo de los trabajadores. Para que haya “mano dura” con los empresarios que hoy buscan mantener sus ganancias y que fueron los mismos que golpearon las puertas de los cuarteles en 1976.
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